Podemos tener un trastorno diagnosticado que haya que trabajar pero, en muchos otros casos, la razón para plantearnos ir a terapia es estar pasando por un momento vital difícil: crisis personales, de pareja, familiares o sociales, un diagnóstico de enfermedad, un duelo, una ruptura o tener una situación laboral altamente estrés entre otras.
Estas circunstancias pueden generar mucho malestar emocional, ansiedad y síntomas depresivos. Esto ocurre cuando los eventos y circunstancias internas o externas sobrepasan nuestros recursos personales y nos llevan a tener una sensación de angustia o de bloqueo que nos impide pensar con claridad e incluso tomar decisiones.
La alteración del estado de ánimo puede alterar, así mismo, el sueño, la energía y hasta llegar a condicionar las conductas y la salud física debido a una inadecuada gestión de nuestras emociones y pensamientos.
En Equidae te podemos ayudar a entender qué te pasa, de dónde viene ese malestar y cómo solucionarlo. Te esperamos.