La pintura de paisaje es un género artístico que consiste en representar la naturaleza desde el medio pictórico. Se puede hacer capturando su aspecto de manera realista o retratándolo de manera simbólica. Pintarlo del natural implica habitarlo, sentirlo, observarlo y retratarlo. Esta práctica se conoce como plein air painting y esconde beneficios vinculados al bienestar emocional: puede utilizarse como recurso terapéutico.
El plein air painting aparece con la Revolución Industrial. Con la invención de los tubos de pintura y los caballetes portátiles los artistas salen al campo y terminan sus obras al aire libre. Adiós a moler los pigmentos en el taller obligatoriamente. Bienvenida, pintura ya preparada.
Esta disciplina artística admite cualquier registro pictórico: óleo, acrílico, acuarelas, témperas, lápices, ceras, pasteles… La pintura de paisaje recibe a todas las técnicas y todas las personas, tan solo requiere interés por conectar con el entorno y con uno mismo desde las artes.
En líneas generales, comprometerse con actividades artísticas potencia el desarrollo físico, emocional, social, lingüístico y cognitivo (Moula et al., 2022). En otras palabras, producir arte:
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Proporciona sensación de bienestar.
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Contribuye a una mejor autoestima.
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Genera sensación de realización.
La pintura de paisaje, entre todas las disciplinas plásticas, destaca como recurso de relajación, desestresante, que trabaja la atención plena, que genera vínculo con el entorno natural, que incrementa los comportamientos medioambientales y que, de manera indirecta, reduce la ecoansiedad.
Pintar en la naturaleza implica estar en un entorno que ofrece unos estímulos muy suaves: la luz del sol, el viento, el sonido de las hojas chocando unas con otras, el piar de los pájaros… Estos estímulos captan nuestra atención de forma suave, gradual y no invasiva, permitiendo a nuestra mente dejar espacio para descansar y concentrarse de manera sencilla.
La clave de este recurso para el bienestar reside en poner atención al proceso y a los estímulos sensoriales: cómo se mezclan los colores, cómo se diluye la pintura del pincel al sumergirlo en el vaso de agua o cómo se desliza la misma sobre el lienzo. Es importante evitar el juicio, durante el hacer y sobre el resultado estético.
Se trata de mantener una actitud abierta y curiosa, colocarse en el papel de un científico que observa y toma notas sobre el comportamiento de los materiales y del entorno: observación sin juicio, atenta y abierta.
¿De qué color es ese árbol? ¿Cómo es su verde? ¿Es un verde frío? ¿Es un verde con notas amarillas? ¿Qué forma tienen sus hojas? ¿Tienen bordes redondeados o bordes serrados? ¿Cuántas hojas hay al final de una rama?
Según Elkis-Abuhoff et al. (2022), crear arte en la naturaleza favorece la atención plena, la calma y la presencia emocional. Los autores señalan que el proceso tiene carácter meditativo, permitiendo una conexión profunda con el entorno a través de la percepción de los sentidos. Los estímulos sensoriales que ofrece la naturaleza junto a la práctica artística generan sensación de relajación y bienestar.
Al estar presentes en un entorno natural pintando un cuadro sobre el mismo, se genera un vínculo emocional con el entorno –entre otras emociones positivas– y se libera espacio para nuevas ideas (Rubin et al., 2022).
En Manchester (Reino Unido), por ejemplo, se ha desarrollado el proyecto GROW, (una combinación de horticultura y talleres artísticos) que reportó en sus participantes beneficios como: aumento de autoestima, sensación de pertenencia, reducción de aislamiento y mayor conexión emocional.
Según Miyazaki et al., exponerse a la naturaleza puede reducir niveles de estrés. En un estudio, analizaron cortisol, presión arterial y células NK de personas tras baños de bosque durante 40 minutos, claves para la defensa inmunológica (Park BJ et al., 2010). También hay evidencia científica que respalda que estar en ella, además de reducir la ansiedad y la depresión, aumenta la autoestima, el humor y la seguridad (Moula et al., 2022).
Aunque esa sensación no se da solo in situ. La simple idea de la naturaleza ya puede provocar efectos positivos. Según el estudio de Tomasso LP, Białowolski P y Spengler JD, Stress reduction from landscape painting and live nature viewing: a comparative experimental study, observar paisajes del natural o ver cuadros de paisajes, como los de Frederic Church, ayudan a reducir el estrés, relajarse y sentirse mejor.
Por lo que para personas que no pueden salir a la naturaleza (hospitalizados, movilidad reducida, preferencias personales, etc), realizar actividades artísticas inspiradas en ella puede ser una alternativa terapéutica.
Reunir la práctica artística, la atención plena y el entorno natural es una estrategia integral que fomenta el bienestar en múltiples niveles: físico, emocional y psicológico.
Edward O. Wilson ya declaró que el ser humano siente una atracción innata por la naturaleza. ¡Aprovechémosla!
En conclusión, la pintura de paisaje ofrece un espacio accesible para crear, expresarse y conectar con uno mismo y el entorno. Pintar al aire libre no solo es una actividad artística, sino una herramienta integral para sanar y crecer.
Marta Herrero
Artista plástica y docente
BIBLIOGRAFÍA
Elkis-Abuhoff, D. L., Gaydos, M., Poland, E., & Sena, S. (2022). Exploring the effects of nature-based art therapy on happiness and life satisfaction. The Arts in Psychotherapy, 81, 101966. https://doi.org/10.1016/j.aip.2022.101966
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Moula, Z., Palmer, K., & Walshe, N. (2022). A systematic review of arts-based interventions delivered to children and young people in nature or outdoor spaces: Impact on nature connectedness, health and wellbeing. Frontiers in Psychology, 13, 858781. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2022.858781
Park, B. J., Tsunetsugu, Y., Kasetani, T., Kagawa, T., & Miyazaki, Y. (2010). The physiological effects of Shinrin-yoku (taking in the forest atmosphere or forest bathing): Evidence from field experiments in 24 forests across Japan. Environmental Health and Preventive Medicine, 15(1), 18–26. https://doi.org/10.1007/s12199-009-0086-9
Ramos, C. (Ed.). (2025). Manual de arteterapia: Vínculo y creación. Barcelona: Herder Editorial.
Rubin, O., Ratcliffe, E., Costa, J., & Sowden, P. (2022). Understanding perceived benefits of nature for creativity. Journal of Organizational Behavior, 43(4), 525–542. https://doi.org/10.1002/jocb.525
Tomasso, L. P., Białowolski, P., & Spengler, J. D. (2025). Stress reduction from landscape painting and live nature viewing: A comparative experimental study. Journal of Global Health, 15, 04146. https://doi.org/10.7189/jogh.15.04146
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Wilson, E. O. (1984). Biophilia. Harvard University Press.