Acabamos la primera parte dando unos tips sobre el #apego seguro, pero… ¿a qué nos referimos con tener o desarrollar un apego seguro?, la siguiente frase lo define bien:
“Lo mejor que te puede pasar es tener una familia que te deje que te expreses como realmente eres” – Ronald Reagan
Un apego seguro se desarrolla cuando los padres son capaces de #empatizar con su hij@ y ayudarle a identificar sus #emociones y acompañarle en ellas, ya sean emociones más agradables o menos agradables, esto facilita también que detecten más fácilmente sus necesidades. Por tanto se produce un efecto de aceptación y de incondicionalidad entre padres e hij@s que ayuda a l@s menores a desarrollar su curiosidad por explorar y buscar nuevas experiencias (#autonomía e #intimidad) con la seguridad de que siempre tienen un lugar cálido y libre de juicio al que volver.
Este modelo de #vinculación tiene como efecto una mayor flexibilidad y adaptación del menor ante situaciones de #estrés y es un gran protector ante la enfermedad mental.
Para que este tipo de vínculo pueda tener lugar es necesario ver a nuestr@s hij@s como personas diferentes a nosotros mismos, con formas diferentes de #pensar y #sentir, de tal forma que podamos empatizar con ellos y acompañarles en su propio camino.
El apego seguro no solo lo establecemos con nuestros padres… nuestras mascotas tienden a ofrecernos uno de los vínculos más seguros que podemos encontrar, debido a su aceptación, incondicionalidad, seguridad y acompañamiento (tanto en emociones agradables como desagradables). Como mencionábamos antes, el apego seguro es un tipo de vínculo que #protege frente a la enfermedad mental, además de ser un vínculo que ofrece la seguridad para poder expresarte como eres y sentirte acompañado en el camino, por tanto también se convierte en un vínculo que sana.
En #psicología nuestra mejor herramienta para ayudar a la persona a sanar, a crecer, es precisamente este vínculo. En #psicoterapia asistida con caballos ofrecemos la posibilidad de generar dos vínculos seguros que, sumados al resto de beneficios que los animales nos aportan a los seres humanos, potencian los beneficios de la terapia y la convierten en un espacio diferente, acogedor, mágico y divertido.
María Aguado López
Psicóloga General Sanitaria
Nº de Colegiada: M-33712