El hogar como principal estimulador del lenguaje
El contexto más enriquecedor en primera infancia es el hogar, porque es allí donde los niños pasan la mayor parte del tiempo. Desde que nacen, están expuestos a un sinfín de estímulos que no pueden controlar, pero todo se torna más fácil si sus cuidadores principales los conducen en el camino del aprendizaje. Los cuidadores deben estar dispuestos a dar su mejor versión para lograr una adecuada estimulación.

El principal recurso será la escucha activa y la observación en todo momento, actividades diarias cómo la vestimenta o alimentación serán claves para conocer las necesidades básicas del menor. Durante la ejecución de estas, identifica el nivel en el que se encuentra tu pequeño, observa si este logra producir sonidos u onomatopeyas de elementos u animales, si es así, comienza a introducir palabras funcionales y cuando observes que estos dos niveles ya están conseguidos, podrás implementar el uso de oraciones cortas como, por ejemplo, el perro toma agua. Recuerda presentar los estímulos poco a poco sin abrumarlo.

A continuación, te daremos a conocer algunas herramientas que puedes poner en práctica para estimular a tu pequeño dependiendo el nivel lingüístico en el que se encuentre:

  • Rimas y canciones: Se recomienda que te ubiques en un lugar amplio, preferiblemente en el suelo buscando estar a su misma altura, utiliza canciones cortas y repetitivas. Siempre acompaña tu interpretación con cambios de tono, modulación, ritmo y gestos que le ayudarán al niño a entender las situaciones presentadas. En lo posible, utiliza objetos en concreto para estimular no solo el canal visual y auditivo sino el vestibular, táctil y por qué no, el olfativo. ¡Atrévete a usar tu gran voz! Recuerda que no es lo mismo el vínculo que tiene tu hijo contigo, al que puede llegar a generar un dispositivo electrónico.
  • Juego de roles: servirán para que los niños aprendan sobre situaciones cotidianas. Intenta buscar cuales son los personajes favoritos de tu pequeño (veterinario, dentista, bombero, profesor), adecua el espacio, involucra reglas sociales como el saludo y la despedida, permite que más personas participen en la actividad para que el menor realice mayor contacto visual, tome turnos y desarrolle habilidades sociales. Puedes iniciar con la imitación y poco a poco dejar que tu pequeño explore.
  • Ritmo corporal: realizar coreografías en las que se involucren todas las partes del cuerpo, le permitirá comunicarse y expresar a través del lenguaje no verbal emociones producidas durante el baile. Puedes empezar con movimientos muy sencillos acompañados de imágenes de conceptos que el niño ya conozca cómo, por ejemplo, los animales, introduces el animal, seguido de esto utilizas las onomatopeyas y después presentas la coreografía en la que no debes dejar de lado las verbalizaciones.
  • Juegos que involucren instrucciones sencillas, puedes observar que instrucciones comprende dependiendo el nivel en el que se encuentre e ir aumentando la complejidad. Le ayudará a regular su comportamiento y entender la toma de turnos. En un principio acompaña las instrucciones dadas mientras le modelas y en lo posible utiliza imágenes reales de los elementos.

Estas estrategias son sólo un paso para que tu niño se comunique de manera asertiva, pero serán determinantes para su desarrollo.

Si esta información te ha interesado y consideras que necesitas un apoyo extra en cuanto a la estimulación del lenguaje de tus pequeños, no dudes en consultarnos.

Mariana Guerrero Téllez

Logopeda

Equidae Psicología

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