En qué consiste la práctica del Mindfulness

#Mindfulness es una palabra inglesa que se puede traducir como “atención plena” o “conciencia plena”. Según Guy Armstrong es “saber lo que estás experimentando mientras lo estás experimentando”. El término más empleado para referirse a su práctica es el de #meditación.

Consiste en la práctica de diferentes ejercicios que tienen en común mantener la atención centrada en el presente, en la experiencia inmediata (lo que debe entrenarse, ya que no es tan fácil). Aparezca lo que aparezca en la mente, Mindfulness nos enseña a observarlo de manera diferente a la que solemos hacerlo. Para empezar, muchas veces, ni observamos lo que ocurre en nosotros, ya sea esto una emoción o un pensamiento o una sensación física y simplemente nos dejamos “arrastrar” por las reacciones de siempre. Por ejemplo, algo que me ha ocurrido en el día puede haberme no gustado o alterado, pero como yo no lo observo simplemente puedo encontrarme agitado o de mal humor al final del día.

Además, de aprender a observar nuestros procesos, Mindfulness nos enseña a hacerlo de una forma a la que estamos poco acostumbrados: sin juicios, con amabilidad y con compasión hacia nosotros mismos. Esto resta muchísima ansiedad a nuestra vida ya que cada pensamiento, cada situación, cada sensación u emoción tendemos a juzgarla o a volvernos “hiperreactivos” hacia ellas. No sabemos “estar” con nuestras emociones o no nos permitimos ciertos aspectos personales o pensamientos o tengo que reaccionar a cada sensación en mi cuerpo. Por ello es una herramienta fundamental para cualquier persona, no siendo necesario tener que padecer problemas de ansiedad o del estado de ánimo, aunque su práctica está así mismo, perfectamente indicado para estos casos.

Por tanto, al practicar Mindfulness se #aprende a observar la propia #experiencia, las #sensaciones, #emociones, #pensamientos, etc., a medida que suceden. Esta observación se lleva a cabo con una mirada o #conciencia clara, simple, amable y no prejuiciosa. Esta mirada, no es la mirada habitual cargada de automatismos y preconcepciones; por eso, Mindfulness requiere #entrenamiento y #práctica.

A medida que se desarrolla la capacidad de ser consciente de la propia experiencia de manera simple y amable, se desarrolla también la capacidad de aceptarla así como de soltarla o dejarla ir.

LO QUE MINDFULNESS NO ES

  1. No es dejar la mente en blanco: no se trata de no pensar en nada sino de que nuestros contenidos mentales no nos perturben aunque acontezcan.
  2. No es buscar el éxtasis o la iluminación, ni apartarse de la vida: Mindfulness no entra en conceptos religiosos o místicos. Es una práctica laica que permite no tener que escapar ni huir de nuestra realidad presente. No significa estar en trance, no se trata de alterar o abandonar la experiencia en este momento; en su lugar intentamos ser uno con ella.
  3. No es escapar del dolor, sino de la resistencia psicológica ante él la cual provoca una intensificación del mismo convirtiéndolo en sufrimiento.
  4. No es suprimir las emociones sino tratarlas con bondad amorosa.
  5. No es una técnica de control: se trata de alcanzar un estado mental más allá del miedo en el que no hay necesidad de controlar permanentemente.
  6. No es una técnica de relajación: aunque con la práctica va surgiendo la calma y la serenidad, lo que se persigue es una conciencia incrementada que permite no reaccionar conforme a los automatismos habituales.
  7. No es “pensamiento positivo”: vamos más allá de cualquier pensamiento y juicio de valor. Los pensamientos sean del signo que sean son tratados con meros eventos mentales pasajeros.
  8. No es autorreferencial, se puede ser muy consciente de sí mismo y no estar practicando mindfulness, el cual se realiza sin juicio ni expectativas. Los momentos de mindfulness no son conceptuales, no son verbales y no se enjuicia la experiencia. De hecho, a medida que se gana en Conciencia y Presencia uno se hace más amoroso, atento y compasivo con todo lo que le rodea.

Por último, es importante saber que, sentarnos a meditar a través de los ejercicios, se denominaría práctica formal, pero todas estas actitudes y todo lo que extraigamos de la práctica, puede ser llevado al día a día, estando más presente en todas las cosas que hacemos.

Conseguiremos los mejores resultados si aprendemos de la mano de expertos en este campo, con formación y experiencia. Os animamos a que si os interesa la práctica del Mindfulness nos hagáis cualquier consulta que necesitéis.

Sara Sánchez González

Psicóloga Especialista en Ansiedad y Estrés

Formación Avanzada en Mindfulness

Equidae Psicología

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